La Guerra de Arauco, narrada por diferentes cronistas durante el período colonial, suele evocarse en Chile como una constante guerra a muerte, de trescientos años, entre españoles y mapuche. En el norte y centro, lodos nativos fueron sometidos militarmente en poco tiempo y a fines del siglo XVI ya estaban subordinados al sistema español.
Por el contrarío, al sur del Bio-Bio los habitantes no poseían una organización centralizada, lo q produjo entre otras causas un conflicto bélico de larga duración y una etapa posterior en la que se hacen más esporádicos los enfrentamientos, predominando las relaciones fronterizas entre el mundo mapuche y los hispano-criollos, las que a la par de incidir en un fuerte proceso de transculturación de los primeros, los transformaron en una de las etnias más poderosas y celosamente independientes de Sudamérica.
La primera etapa de la guerra se inició con la conquista de los españoles hacia el sur del país. A pesar de las ventajas iniciales de los españoles, como el uso del caballo y de sus armas, los araucanos se caracterizaron por su capacidad de adaptación militar, asimilando sus tácticas bélicas , especialmente el uso del caballo y aprovecharon su superioridad numérica y el conocimiento del terreno.
La avanzada de la hueste, las ciudades fundadas y las fortalezas al sur del Bío-Bío sufrieron continuos ataques por grupos indígenas distintos. De tal modo, las primeras ciudades del sur pasaron a ser fortalezas militares mal abastecidas, constantemente sitiadas y destruidas por los indígenas. Esta situación llegó a su punto más alto tras la batalla de Curalaba (1598), donde el gobernador Martín García Oñez de Loyola fue decapitado y los españoles se vieron obligados a replegarse más arriba del Bío-Bío, abandonando las ciudades fundadas en el sur.
En consecuencia, el rey Felipe III dictó el decretó de la esclavitud de los indígenas rebeldes, realizando campeadas en la zona, donde tomaban prisioneros de guerra como esclavos.
Por su parte el ejército español dictó de ser profesional y fue descrito por el gobernador Alonso de Ribera en términos lamentables, dada su precariedad material y moral.
Este creó una línea de fuertes establecida a lo largo del Bio-Bio, lo que dio paso a una frontera, donde los indígenas al sur de ésta quedaron libres de la influencia española.
Una de las reformas más importantes fue la impulsada por el gobernador Alonso de Ribera, quien suplicó al rey Felipe III la creación de un Real Situado, para pagarles un sueldo a los soldados y así crear un ejército profesional. Finalmente, en 1603, se autorizó este Socorro de Arauco desde las arcas del Virreinato del Perú, el cual tuvo un impacto económico en el comercio realizado en la misma frontera entre indígenas y españoles.
Otra estrategia fue la Guerra Defensiva planteada por el Padre Luis de Valdivia en 1612, que consistió en detener las incursiones españolas y la esclavitud indígena para así convertir a la fe a los araucanos. Sin embargo, al cabo de 10 años fracasó, volviendo a la guerra ofensiva. Pero para este período (1623 hasta 1656) la intensidad de los combates disminuyó produciéndose una situación mucho más compleja en relaciones fronterizas donde el comercio y otro tipo de interacciones fueron más importantes que la guerra.
lunes, 24 de mayo de 2010
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